123I MIBG Usos y beneficios

Hospital de Pediatría «Prof. Dr. Juan P. Garrahan» es el máximo referente en salud pública, gratuita y de alta complejidad pediátrica de la Argentina. Cuenta con un Servicio de Medicina Nuclear incorporado al área de Diagnóstico por Imágenes de la Institución a partir del año 2010, cuya responsable es la Dra. Laura Felipe.

La Medicina Nuclear Pediátrica, como herramienta para el diagnóstico, permite detectar un amplio espectro de patologías de la infancia sean estas congénitas o adquiridas en el transcurso del desarrollo del niño.

Recientemente, en el Servicio, se ha sumado a los estudios disponibles la gammagrafía con 123I MIBG, estudio que está especialmente indicado en pacientes con neuroblastoma (primer tumor sólido en pediatría derivado de la cresta neural). La afinidad fisiológica del radiofármaco por el neuroblastoma, permite un diagnóstico de localización de enfermedad para estadificación inicial y para evaluar la respuesta al tratamiento, que define las conductas terapéuticas subsiguientes.

Si bien existen como radiofármacos tanto 131I MIBG como 123I MIBG, es importante tener en cuenta tanto el concepto de ALARA (As low as reasonable achievable) como la premisa de radioprotección al paciente; a su vez, si consideramos que la exposición de un niño a la radiación siempre tiene una incidencia deletérea mayor, resulta ésta (123I MIBG) una herramienta clave para disminuir considerablemente el nivel de radiación recibida por el paciente dadas las características de ambos isótopos.

Es importante visualizar los numerosos estudios que documentan la aparición de nuevos tumores secundarios por radiación, ya sea por el tratamiento específico a una patología o por los estudios de diagnóstico.

Según explica la Dra. Felipe si bien esto marca una notoria diferencia, no es la única virtud del estudio sino que éste tiene múltiples beneficios. Entre ellos podemos destacar los siguientes:

  • Más del 50% de la 123I MIBG inyectada es eliminada por los riñones en las primeras 24 horas dada su corta vida media, esto permite agilizar tiempos de adquisición de imágenes tanto para el profesional como para el paciente.
  • El personal del hospital se siente más cómodo para trabajar con los pacientes pediátricos que requieren la colaboración de un adulto puesto que reciben menor nivel exposición a la radiación.
  • Mejor calidad de imágenes que permiten un diagnóstico más certero.
  • La médula suprarrenal, dadas sus escasas dimensiones, resulta de difícil visualización con 131I MIBG, mientras que con 123I MIBG, esta se puede apreciar con mayor definición.

En conclusión, la realización de estudios con 123I MIBG permite al profesional pediátrico mejorar la supervivencia y calidad de vida de sus pacientes. El Hospital Garrahan ha sido pionero en la implementación del estudio en el país gracias a Laboratorios Bacon único proveedor. Se espera que esta exitosa experiencia estimule el reemplazo de 131I MIBG por 123I MIBG para lograr una menor dosimetría, un mejor diagnóstico y una mejor calidad de vida a favor de la comunidad pediátrica.

Medicina Nuclear en el Hospital Garrahan
Dra. Laura Felipe